¡El suelo pélvico existe! Y habitualmente, le ponemos nombre y apellidos cuando aparece algún problema o disfunción en la zona (incontinencia urinaria / fecal / gases, prolapso de órganos pélvicos, dolor pélvico crónico, disfunciones sexuales, estreñimiento, hemorroides…).
Hoy en día, desde la fisioterapia podemos ofrecerte una amplia variedad de tratamientos conservadores y mínimamente invasivos para que alcances tu recuperación de una manera más conservadora y sin efectos secundarios.
Realizar una valoración de suelo pélvico siempre es buena opción cuando te planteas ser mamá, si ya lo has sido o a nivel ginecológico has notado algún cambio (como por ejemplo, el inicio de la menopausia).
En muchas ocasiones, se recomienda realizar una valoración previa a la aparición de disfunciones, ya que es una zona que se puede ver afectada por las actividades que realizamos en el día a día, como pasar mucho tiempo de pie o realizar cargas de peso excesivas.
Al mismo tiempo, la fisioterapia de suelo pélvico incluye una parte educativa en la que aprenderás a gestionar las diferentes presiones a las que se ve sometida tu cuerpo en el día a día, lo que afectará directamente a tu zona más íntima. De esta manera, ganarás mucha información y podrás aplicar todos los consejos en casa para prevenir disfunciones o aliviar los síntomas que presentes.
La diatermia (o radiofrecuencia) es un tipo de alta frecuencia que trabaja los tejidos a nivel celular aumentando la vascularización y oxigenación de los tejidos y acelerando el proceso natural de reparación. Es una técnica no invasiva que ayuda a tratar disfunciones tales como la disfunción muscular o el dolor.
El uso de la ecografía músculo-esquelética en las disfunciones de suelo pélvico aporta una visión extra sobre el comportamiento de la musculatura a nivel profundo, así como de los diferentes órganos pélvicos. Gracias a diferentes imágenes, podrás observar la disposición de tus órganos y de tu musculatura y cómo funciona cuando la pones en acción. Por ello, es una herramienta que sirve también como biofeedback.
En muchas ocasiones, las disfunciones de suelo pélvico aparecen por una falta de tono o de fuerza muscular, es decir, tus músculos se encuentran más débiles para desempeñar sus funciones. La electroestimulación es una corriente de baja-media frecuencia que, mediante impulsos eléctricos, estimula las fibras musculares hasta su contracción pasiva, lo que ayuda a mejorar el tono y la fuerza.
El biofeedback del suelo pélvico es considerado uno de los métodos más efectivos en el entrenamiento, donde se emplean electrodos para captar la actividad muscular de dicha parte del cuerpo. Se transforman estas señales en datos que podrás seguir a través de una pantalla en forma de gráfico o juego, dándote la oportunidad de controlar el ejercicio. Mejora la propiocepción y la conciencia del suelo pélvico.
La herramienta estrella: las manos. Gracias a la terapia manual, se controla y se siente cada tejido, acompañándolo hacia la liberación muscular y fascial y mejorando la vascularización y oxigenación. Un ejemplo es el masaje perineal o tratamiento de puntos gatillos miofasciales.
La vibración es un tipo de estímulo mecánico que ayuda a trabajar el tono muscular y la propiocepción del suelo pélvico. Dependiendo del tipo de disfunción, se puede utilizar un tipo de vibración u otro para tratar el dolor o la tensión muscular de tu zona íntima.